Qué color me pongo

El vestuario habla de nuestras emociones. Y por supuesto con unas prendas nos sentimos más cargados que con otras. Según explica la experta en feng shui Carmen Lucía Murcia, vestirse de rojo ayuda a elevar la energía. Así que es un color ideal para un lunes, por ejemplo, si quiere dejar atrás la pereza y recargar su comienzo de semana con optimismo.

Si quiere transmutar el violeta será el ideal, o si quiere mejorar sus relaciones el rosado le permitirá sentirse más alegre. No use el negro esos días en los que se siente decaído. O si necesita usarlo por algo específico, utilice la ropa interior blanca. Así lo explica la psicóloga Maritza Gabriela Otero. “Lo importante es hacer contraste al negro, aplicar otro color y recargar la energía a nuestro favor”.

Si se ha identificado un desgano, pereza, aburrimiento y se quiere recargar la energía, ¿qué se puede hacer? Para limpiar las malas energías lo ideal es un baño con sal marina preferiblemente, y después del baño hacer una oración, una meditación, tener un momento de recogimiento dependiendo de las creencias. La sal limpia toda la energía, no solo la negativa. Así se limpia y se recarga.

El pensamiento también es energía, si yo estoy pensando mal de la gente, juzgando, hablando mal, tengo que sentirme pesada porque estoy generando mala energía. Muchas veces tenemos que evaluar los pensamientos que tenemos, si nos estamos sintiendo agotados preguntarnos cómo estamos pensando, si estamos renegando del trabajo, si vivimos diciéndonos que no somos capaces, la energía del cuerpo se pone pesada.

Las palabras también son energía, entonces lo que uno habla también nos recarga y eso hay que revisarlo.

Existen ciertos lugares en los que algunas personas sienten esa pesadez, esa energía cargada. ¿Qué hacer en esos casos?

Si llegamos a un lugar y sentimos que hay mala vibra o algo raro, lo ideal es salirse de ese lugar, visualizarse en una esfera azul, decirnos que nada negativo puede entrar y volver al lugar, si hay que hacerlo por obligación.

El azul simboliza la protección. Por eso los católicos se envuelven en el manto azul de la virgen para pedir protección. Pero no podemos excedernos cubriéndonos en color azul, porque también inhibe y podemos pasar desapercibidos. Cubrirnos de color violeta también nos permite transmutar, cambiar una situación que no nos guste.