El estrés puede llegar a conseguir que no disfrutemos ni un
solo momento del día, por lo que es recomendable poner en práctica estos
sencillos consejos y no dejar que acapare nuestro día a día.
El estrés es un enemigo de nuestra salud que debemos tener
en cuenta. Puede provocar problemas de corazón, riesgo de infartos, debilitar
nuestro sistema inmunológico…Por lo que debemos protegernos de él.
Hay que cambiar nuestros hábitos para poder hacerle frente.
Es cierto que al llegar a casa nos esperan otras tareas y obligaciones, pero es
necesario hacer una parada. Un alto en el camino que nos permita seguir sin
agobiarnos. Y no, no pasa nada en absoluto.
Vamos a repasar unos consejos sencillos para relajarnos al
llegar a casa. Comenzaremos cambiando cosas pequeñas pero muy beneficiosas.
1.
Descálzate
Hay gente que opina que no es del todo
saludable. Pero realmente es una de las cosas más cómodas que puedes hacer la
llegar a casa. Retirarte los zapatos y sentir esa tranquilidad y de esta
sencilla manera entrar en contacto con la serenidad de tu hogar.
Andar descalzo activa muchas de nuestras
funciones vitales. Es una experiencia muy relajante que podemos practicar nada
más llegar a casa.
2.
Concienciación
Debes entender que cuando llegas a tu casa,
tu responsabilidad con el trabajo ha terminado. Separa los dos ámbitos todo lo
posible. Cuando estás en tu casa es tu
vida y tu tiempo. Esa vida en la que está la gente que te quiere y que te
importa. Así que disfruta de ellos y de ti. Marca una separación y un límite
claro.
3.
Da un paseo, aunque sea pequeño.
Con treinta minutos vale, no es necesario
más. Puedes acercarte aun parque, andar por los alrededores e ir liberando las
tensiones acumuladas durante el día. Ejercita un poquito tu cuerpo. No cuesta
nada y es una técnica muy buena para liberar estrés. Si el paseo le damos
acompañados, mucho mejor aún.
4.
Una pequeña siesta
No es necesario estar durmiendo una hora de
siesta, ni mucho menos. Con 15 o 20 minutos podremos recargar nuestra energía,
aliviar tensiones y despejarnos. Ni tampoco es obligatorio caer en un sueño
profundo. Túmbate en el sofá, pon las piernas en alto y cierra los ojos, ves
respirando un poco más despacio cada vez. Así te relajarás y estarás dejando de
lado al estrés.
5 Un baño relajante
Uno de los momentos más
relajantes que existen. Dedícate media hora y sumérgete en un caliente baño o
ducha y deja que esa gran sensación de alivio invada tu cuerpo. Eliminaremos
toxinas y relajaremos nuestro sistema nervioso.
6.
No hagas dos cosas a la vez
Llegar a casa y ponerte de inmediato a
cocinar mientras atiendes a los niños, planchar toda la ropa acumulada, mirar
la agenda, etc…. ¿De verdad crees que es bueno ponernos a hacer varias cosas a
la vez nada más llegar a casa? Seguramente no te hayas parado a pensar nunca en
cuantas cosas eres capaz de hacer a la vez al llegar a casa. Tienes que
intentar mantener un equilibrio y conseguir estar tranquila evitando
situaciones estresantes
7.
Deja que tu mente descanse
Dedícate unos diez minutos para relajarte y
pensar en tus cosas. Ten tiempo para ti misma. Piensa en tu presente y en todo
lo que quieres conseguir en un futuro. Mira a tu alrededor y valora todas las
cosas buenas que tienes. El estrés puede hacerte perder el horizonte e impedir
que veas con claridad tus prioridades.
Así que ya sabes, la salud es lo más importante, por lo que
relájate, sonríe, visualiza cosas agradables. No es complicado si te lo
propones de verdad.
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