viernes, 26 de mayo de 2017

QUITATE EL ESTRÉS AL LLEGAR A CASA


El estrés puede llegar a conseguir que no disfrutemos ni un solo momento del día, por lo que es recomendable poner en práctica estos sencillos consejos y no dejar que acapare nuestro día a día.
El estrés es un enemigo de nuestra salud que debemos tener en cuenta. Puede provocar problemas de corazón, riesgo de infartos, debilitar nuestro sistema inmunológico…Por lo que debemos protegernos de él.
Hay que cambiar nuestros hábitos para poder hacerle frente. Es cierto que al llegar a casa nos esperan otras tareas y obligaciones, pero es necesario hacer una parada. Un alto en el camino que nos permita seguir sin agobiarnos. Y no, no pasa nada en absoluto.
Vamos a repasar unos consejos sencillos para relajarnos al llegar a casa. Comenzaremos cambiando cosas pequeñas pero muy beneficiosas.
1.      Descálzate
Hay gente que opina que no es del todo saludable. Pero realmente es una de las cosas más cómodas que puedes hacer la llegar a casa. Retirarte los zapatos y sentir esa tranquilidad y de esta sencilla manera entrar en contacto con la serenidad de tu hogar.
Andar descalzo activa muchas de nuestras funciones vitales. Es una experiencia muy relajante que podemos practicar nada más llegar a casa.
2.      Concienciación
Debes entender que cuando llegas a tu casa, tu responsabilidad con el trabajo ha terminado. Separa los dos ámbitos todo lo posible.  Cuando estás en tu casa es tu vida y tu tiempo. Esa vida en la que está la gente que te quiere y que te importa. Así que disfruta de ellos y de ti. Marca una separación y un límite claro.

3.      Da un paseo, aunque sea pequeño.
Con treinta minutos vale, no es necesario más. Puedes acercarte aun parque, andar por los alrededores e ir liberando las tensiones acumuladas durante el día. Ejercita un poquito tu cuerpo. No cuesta nada y es una técnica muy buena para liberar estrés. Si el paseo le damos acompañados, mucho mejor aún.
4.      Una pequeña siesta
No es necesario estar durmiendo una hora de siesta, ni mucho menos. Con 15 o 20 minutos podremos recargar nuestra energía, aliviar tensiones y despejarnos. Ni tampoco es obligatorio caer en un sueño profundo. Túmbate en el sofá, pon las piernas en alto y cierra los ojos, ves respirando un poco más despacio cada vez. Así te relajarás y estarás dejando de lado al estrés. 

5        Un baño relajante
Uno de los momentos más relajantes que existen. Dedícate media hora y sumérgete en un caliente baño o ducha y deja que esa gran sensación de alivio invada tu cuerpo. Eliminaremos toxinas y relajaremos nuestro sistema nervioso.
6.      No hagas dos cosas a la vez
Llegar a casa y ponerte de inmediato a cocinar mientras atiendes a los niños, planchar toda la ropa acumulada, mirar la agenda, etc…. ¿De verdad crees que es bueno ponernos a hacer varias cosas a la vez nada más llegar a casa? Seguramente no te hayas parado a pensar nunca en cuantas cosas eres capaz de hacer a la vez al llegar a casa. Tienes que intentar mantener un equilibrio y conseguir estar tranquila evitando situaciones estresantes

7.      Deja que tu mente descanse
Dedícate unos diez minutos para relajarte y pensar en tus cosas. Ten tiempo para ti misma. Piensa en tu presente y en todo lo que quieres conseguir en un futuro. Mira a tu alrededor y valora todas las cosas buenas que tienes. El estrés puede hacerte perder el horizonte e impedir que veas con  claridad tus prioridades.
Así que ya sabes, la salud es lo más importante, por lo que relájate, sonríe, visualiza cosas agradables. No es complicado si te lo propones de verdad.


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