Tener en claro qué queremos y qué no queremos en nuestras
vidas es la única forma de conseguir lo que verdaderamente nos hará felices. Lo
ayudamos a lograrlo. Es posible que, al llegar el final del año, usted se
encuentre realizando un balance, una lista mental de los logros, de las cuentas
pendientes y de los deseos que formarán parte de sus proyectos futuros. Sin
embargo, no siempre uno sabe por dónde empezar ni cómo programarse para obtener
lo que quiere. Esta nota es la herramienta que necesita. Consiste en un
ejercicio que lo ayudará a saber qué quiere para su vida y de qué cosas desea
deshacerse para siempre. Asimismo, esta práctica le permitirá elaborar un plan
para conseguir eso que está buscando. Lo guiamos paso a paso. ¡Adelante!
Los “lastres” emocionales
Un lastre emocional es una pesada carga afectiva que uno
soporta sobre las espaldas de la mente y el espíritu, carga que nos impide
avanzar en la vida y conseguir lo que realmente deseamos. Incluyen todo tipo de
cuestiones, problemas o conflictos poco constructivos o enriquecedores, que
funcionan como obstáculos. Pueden ser: personas, pensamientos, emociones,
preocupaciones o miedos respecto del futuro. Sortear esos impedimentos no
resulta sencillo, pero se puede conseguir. Hay que cambiar la actitud,
abandonar ciertos hábitos y replantearse el pasado. He aquí el paso a paso para
conseguir “lo que usted quiere y no tiene”.
El paso a paso liberador
Este plan, dividido en tres etapas, sirve para descubrir
cuáles son sus lastres emocionales, qué es lo que quiere para su vida y qué
debe hacer para obtenerlo.
Parte I: el panorama actual
¿Qué es lo que usted siente y piensa respecto a su vida
actual? Haga una tabla dividida en tres columnas, cuyos títulos sean:
1.“Lo que tengo y quiero”
Ponga en esta columna todos los aspectos positivos de su
vida, en todos los ámbitos: familia, amor, salud, trabajo, dinero, etc. Son
cosas, personas o situaciones que usted considera positivos. (Por ejemplo:
“Tengo tres hijos hermosos”, “Tengo un buen trabajo”, “Tengo muchas capacidades
y creatividad”, etc.).
2.“Lo que tengo y no quiero”
Ésta es la columna de los lastres emocionales, la lista de
todo lo malo que usted cree poseer en su vida, así como el conjunto de
obstáculos que impiden su progreso. Por ejemplo: un trabajo insatisfactorio,
una relación amorosa que no va bien, una persona que sólo aparece para causar
complicaciones o un rasgo de su personalidad poco constructivo, etcétera.
3.“Lo que no tengo y quiero”
En esta columna, pondrá todo lo que a usted le gustaría
tener en la vida y no posee, es decir: metas, deseos, objetivos. Clarificarlos
y hacer una lista le permitirá saber qué quiere e, indirectamente, pensar en
cómo obtenerlos. Trate de ser específico y concreto. Por ejemplo, si lo que
desea es amor, plantéelo de la mejor forma: “Una persona con la que me sienta
bien y pueda formar un vínculo estable”, antes que: “Quiero encontrar al amor
de mi vida”. Elegir bien sus palabras allanará el camino que lo conducirá al
éxito.
Parte II: la programación transformadora
¿Qué debo cambiar para conseguir “lo que quiero y no tengo”?
Tome otra hoja y divídala también en tres columnas. Escriba en cada una los
siguientes títulos y contenidos.
1. Qué podría hacer yo para eliminar de mi vida “lo que
tengo y no quiero”: escriba las cosas que usted podría hacer para deshacerse de
sus lastres emocionales sin pensar en nada externo a sí mismo.
2. Qué personas me podrían ayudar a cumplir mis deseos:
siempre hay alguien que nos puede ayudar, sea por razones afectivas, económicas
o prácticas. Empiece por sus seres queridos y siga por sus contactos o personas
influyentes a las que le con- vendría contactar.
3. Qué “herramientas” necesito para obtener lo que quiero:
liste todas las cosas que necesita para conseguir lo que desea. Puede ser un
nuevo espacio físico para trabajar, un curso de perfeccionamiento, cualquier
actividad productiva, estudios, computadoras, materia prima, dinero, etc.
4. Qué defectos debo cambiar para conseguir lo que quiero y
qué virtudes poseo: haga un reconocimiento sincero de todas las cualidades de
su personalidad que actúan como lastres: la pereza, el miedo, las dudas, la
estructuración, el apego, etc.
Asimismo, focalice las cualidades de su carácter que
resultan más favorables para sus planes (creatividad, simpatía, conocimientos
específicos, etc.).
Parte III: el plan de acción
¿Cómo evalúo todo lo expuesto y qué plan me propongo seguir?
Para ello, dibuje un cuadro de dos columnas, una ancha y la
otra, más angosta.
En la primera, escribirá los pasos que quiere seguir y, en
la segunda, el plazo en que los dará.
Tenga en cuenta esta guía de sugerencias para ayudarse:
1. Los pasos deben ser “prácticos”: las acciones tienen que
ser concretas y realizables en un plazo prudencial. Por ejemplo: conversar con
un familiar para llegar a un acuerdo, alejarse en busca de vínculos más
satisfactorios, comenzar un estudio o carrera, etcétera.
2. Escriba una secuencia de las acciones y del orden en que
puede ejecutarlas: haga un listado ordenado temporalmente (1, 2, 3…, etc.).
Procure que sea bien detallado, explicando cuándo las hará, con qué o con
quiénes y por qué serían beneficiosas. Recuerde poner cosas que usted pueda
hacer, que dependan de usted mismo, no de terceros.
3. Liste todas las variables que no dependen de usted: por
último, escriba todas las cosas, situaciones, recursos, etc. que no dependen de
usted y que podrían ejercer influencia (positiva o negativa) en su curso de acción.
Por ejemplo: la suerte, las reacciones ajenas, la resolución de cuestiones que
dependen de otros.
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