Little Bastard fue el nombre que dio el famoso actor James Dean a su Porsche 550 Spyder, un coche que le llevó a un trágico final con sólo 24 años. Lo conducía junto con su mecánico Rolf para acudir a una carrera de coches cuando llegó la fatalidad y chocó contra un Ford. El conductor del Ford no sufrió daños, sin embargo Dean perdió la vida.
A partir de ahí se da el comienzo de la supuesta maldición. El conductor del camión que debía recoger los restos del coche, murió aplastado por su camión de una forma extraña.
George Barris compró los restos con el fin de reconstruir el coche en su taller, una vez allí una de las piezas cae accidentalmente y le parte las piernas a un mecánico. Al año, Barris vendió el coche por piezas. El comprador del motor, lo puso en su coche para participar en una carrera, en la cual, en una de las curvas, fallece.
Igualmente el comprador de la transmisión, la puso en su automóvil y a los escasos días quedó herido grave en un accidente en el que su vehículo termina destrozado.
La mala fortuna persigue también a un ladrón que quiso robar el volante, hiriéndose en el brazo en el intento.
La carrocería fue venda a la patrulla de carreteras de California, que tenía el propósito de reconstruirlo, pero una vez lo dejan en su taller, éste sufre un incendio del que salen calcinados varios vehículos. No obstante, la carrocería del coche de Dean sale intacta.
Varias veces en las que alguna de las piezas ha sido expuesta para su exhibición han traído desgracias o inexplicables accidentes.
Madre miaaaaaa eso es que esta maldita!!!!
ResponderEliminarME HA ENCANTADO EL ARTÍCULO!!
ResponderEliminarQue interesante y mal fario..
ResponderEliminarEs increíble esta historia, no la había oído, los destinos creo que están escritos, pero este no creo que lo adivinara nadie... Me ha gustado a pesar de lo tétrico que es.
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