miércoles, 3 de enero de 2018

LOS 3 REYES MAGOS


Mundialmente conocidos son Gaspar, Melchor y Baltasar. Pero aparte de sus nombres y que recorren el mundo trayendo regalos a los niños poco más se suele saber de ellos.
Su leyenda comienza con lo escrito por Mateo en la Biblia, su relato se puede resumir asi:
Y vinieron a Jerusalén desde oriente unos magos, diciendo; “¿Dónde está el rey de los judíos, que ha nacido? Porque su estrella hemos visto en oriente, y venimos a adorarle”. Llegaron ante el rey Herodes, este pregunto dónde había de nacer este rey de los judíos, y la respuesta fue clara; en Belén. Herodes deseando impedir el alzamiento de lo que entendía como un rival para su poder, engaño a los magos pidiéndoles que le encontraran al bebe en concreto para él, pues también deseaba adorarlo. Los magos se fueron y siguiendo la estrella encontraron sin problemas al niño Jesús, al que adoraron y entregaron sus obsequios; Oro, incienso y mirra. Por una revelación fueron advertidos de las verdaderas intenciones de Herodes y decidieron volver a su tierra por otro camino para no ser hallados por este.
Esto es todo lo que nos cuenta Mateo, sin especificar el número de estos magos, ni sus nombres. El número de magos fue decidido a posteriori en el “Liber Pontificatis”, basándose en el número de presentes entregados al niño Jesús. Mientras que sus nombres nos llegan desde el Evangelio Armenio de la Infancia que data del siglo cuarto después de Cristo y posteriormente fue reconocido de forma general también por el “Liber Pontificatis”. Estos nombres en su raíz eran; Melchior, Gathaspa  y Bithisarca. Con el tiempo fueron variando hasta como les conocemos hoy en día; Melchor, Gaspar y Baltasar.
Mateo nos habla de magos, pero por la época del escrito se puede deducir que no habla del tipo de mago actual. Sino que en la época era un término usado para referirse a los eruditos y astrólogos, lo cual encaja perfectamente con que siguieran una estrella.
Mateo tampoco dice nada sobre que estos eruditos fueran reyes, sino que esto fue deducido por Quinto Septimo Tertuliano basándose en el Salmo 72 en el que se dice “Que los reyes de Sabá y Arabia le traigan presentes, que le rindan homenaje todos los reyes”.
Sobre los presentes que le llevaban, cada uno tiene un significado. Oro ya que es el rey de reyes, y el otro desde siempre ha sido un símbolo de estatus. Incienso porque también es en parte dios, y el incienso es una ofrenda típica en todo templo. Y por último la mirra, el regalo más interesante. Si los otros dos regalos hacían alusión al estatus y divinidad de Jesús, este último parece reconocer su mortalidad, ya que la mirra era ampliamente usada como anestésico para los condenados a muerte y para embalsamar cuerpos. Rey, Dios y Hombre, los tres presentes parecen hablar de todas las facetas del hijo de Dios.

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