No es amor

Si quiere saber siempre dónde vas, cuándo y con quién, si se pone nervioso cuando no lo sabe y te quema el teléfono a llamadas, no es amor. Si te dice qué es lo que te puedes o no poner, si te marca una hora para volver a casa, si te prohíbe salir con quién te apetezca, no eres tú la que controla tu vida, es él. Ya no tienes edad para comportamientos paternalistas, debes ser tú quien elija cómo y con quién quieres vivir a cada momento.

Si no controla sus celos, y ante cualquier tontería le inunda la rabia. Si te da miedo su reacción, si te asusta contarle la verdad, llevarle la contraria. Si eres diferente sólo para complacerle, escúchame, eso no es amor. Y esa no eres tú. No es normal, no es justificable, no es que sea muy protector, ni que le de miedo perderte. NO. No hay escusas que valgan, no tiene sentido, eso no es una relación de pareja, piénsalo. Ya no se trata de dar confianza, no se trata de portarte bien, porque nunca va a ser suficiente y siempre acabará buscando la excusa que necesita para enfadarse. Vas a vivir bajo el régimen de un tirano, vas a perder tu libertad (¿la tienes ahora?) y, entiéndeme, si quieres ser feliz vas a necesitarla.

Si te pone la mano encima. Joder, si te toca, aunque solo haya sido una vez, aunque pienses que no haya sido para tanto. Aléjale de tu vida, por favor, para siempre, no lo perdones, no lo excuses, no te calles, denúncialo. Aunque te pida perdón, aunque se arrepienta, aunque te lo intente compensar o te jure que no va a pasar, esa persona no te quiere. Esa persona no te merece, no te hará feliz, no va a cambiar. No pases más tiempo junto a ella, no permitas que te controle, ni él ni tu miedo.

Puede parecer que lo tienes claro. Lo has visto en la televisión, lo has comentado con tus amigas o con tu pareja, has visto la publicidad en el metro y el número de mujeres asesinadas a manos de sus maridos te ha estremecido por unos minutos. ¿Crees que jamás podría pasarte algo así? La violencia de género no entiende de edad, de educación, ni de dinero. Puede pasarle a cualquiera, puede pasarte a ti, a un ser querido, o a cualquier otra mujer maravillosa. Puede que alguien a quien conozcas ya esté en esta situación y no lo sepas. Por eso no juzgues, no lo dejes pasar, no le restes importancia, no te acostumbres. Comparte estas palabras y ayuda a todas las personas que necesiten escucharlas una y otra vez. Lucha por condenas más justas, no permitas comportamientos machistas, no te calles.
Ni una menos. En tu reacción está tu educación.