lunes, 24 de julio de 2017

Dejar de tropezar siempre con la misma piedra.


Quizás hayas leído el título de este artículo y te hayas sentido identificado o identificada. Quizás haya algo en lo que siempre caes, un error que repites algo que no consigues, un problema que provocas o permites y no solucionas, algo que quieres cambiar y nunca consigues hacerlo. Nadie es perfecto y nadie hace todo bien. Tenemos derecho a equivocarnos, porque es inevitable, pero también tenemos derecho a ser felices, a cambiar, a mejorar. Si hay una piedra con la que siempre tropiezas y quieres cambiar, puedes hacerlo. Lo primero que te propongo que hagas es que cojas papel y boli. Es necesario que escribas, que describas esa piedra. Es importante que lo definas, que concretes que es eso que quieres cambiar. No pongas muchas cosas, recuerda que estamos hablando de una única piedra. Después quiero que escribas todo lo malo que te traen esos tropiezos, todo el sufrimiento que provoca en ti o en la gente que te quiere y todos los problemas que te causa o que te puede llegar a causar.  Después de describir tu problema, viene una pregunta. ¿Quieres dejar de tropezar con esa piedra? Tómate un tiempo, párate, dedica unos minutos a pensar o unas horas. No dejes la decisión para otro momento, pero no tomes la decisión corriendo y sin pensar.
Lo siguiente que tienes que hacer, si decides dejar de caer en ese error que te está alejando de la felicidad, es perdonarte y dejar de sentirte culpable. Has sido responsable de la mayoría o de todos tus tropiezos, te has equivocado, pero no es necesario seguir sintiéndote mal. Analiza tus errores pero no te quedes en ellos, busca la solución y ponla práctica. Sería bueno que repasaras antiguas soluciones, cosas que has intentado para caer siempre en el mismo lugar. A lo mejor alguna de esas que te intestaste fue una buena solución pero no fuiste capaz de llevarla a cabo, quizás no era el momento, quizás fallaste en el último momento. ¿Qué otras cosas se te ocurren para no volver a tropezar? Ahora te toca tomar una decisión. Es fácil, elige la mejor solución posible, lo que creas que más te va a ayudar a superarte. No hay nada infalible, pero tienes que aplicar tu solución en serio, esforzándote, haciendo las cosas bien. Planifica y organízate, ponte una fecha y hazlo.

¿Y si tu solución no funciona? ¿Y si vuelves a caer? Vuelve al principio, haz todos los pasos que te acabo de describir y si es necesario pide ayudar. ¿Algún familiar? No lo dejes, vuelve a buscar una solución y aplícala. Y s i o te ves con fuerzas, no encuentras una solución, pero sigues queriendo cambiar, no volver a cometer el mismo error, quizás sea el momento de pedir ayuda a un profesional. Quizás sea más fácil de lo que crees o quizás no, pero casi seguro que con ayuda no volverás a tropezar con esa piedra.

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