DUENDES DE NAVIDAD

Los duendes navideños o gnomos de navidad son pequeños seres que suelen aparecerse en las noches de Navidad,  justo en el momento que la estrella polar brilla a su máxima intensidad, pues según la creencia popular  estos seres mágicos y bondadosos proceden de ella. En algunos lugares del mundo, las estrellas fugaces que en los días previos a navidad pueden observarse en el cielo, son consideradas un signo de que los duendes andan cerca. Son precisamente ellos  los encargados de repartir ilusiones entre los niños, ya que leen sus cartas, fabrican los juguetes, eligen y seleccionan los que merece cada niño y los empaquetan para que Santa Claus pueda llevarlos a aquéllos que han sido buenos y obedientes, además son los que le informan del comportamiento de cada pequeño.
Suelen llevar gorro y ropajes verdes y son custodios del espíritu de la Navidad, haciendo realidad los sueños a lo largo del año.
Es tradición colocar un duende debajo del árbol de Navidad o colgado y  pedirle deseos en estas fechas tan especiales. A cada deseo que se le pida se le pone una moneda o una piedra, incluso se puede elegir la piedra adecuada dependiendo de cuál sea el deseo: para el amor le pondríamos cuarzo rosa, para la salud cuarzo verde, para el dinero pirita etc.  Es posible poner hasta un máximo de siete piedras por duende, debido a que el siete es su número mágico.
Si te animas a tener un duende estas navidades, tienes que saber que les fascina la música y les apasiona aquello que brilla o hace ruido como las campanitas.
Para atraer a los duendes y que renueven nuestras ilusiones y sueños en Navidad, pon un vasito con miel en la ventana la noche de Nochebuena.