Si últimamente te encuentras en casa con muchas discusiones
o encontronazos, te aconsejamos que realices este sencillo ritual. Coloca un vaso de agua con azúcar en un lugar
alto y tranquilo, junto a la luz de una
vela e incienso de lavanda o manzanilla. Lee con mucha fe el Salmo 21, ofreciéndoselo
al Ángel Jeliel. Reza un Padre Nuestro y un Ave María.
Cuando notes que el ambiente está más tranquilo y relajado,
tira el agua.
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